Bajo el titulo “Con espíritu evangélico y responsabilidad cívica”, la Pastoral Social, Caritas, Justicia y Paz, y la Pastoral Aborigen se expresaron sobre las tomas de tierras en Reconquista…

 

DOCUMENTO

 

Con espíritu evangélico y responsabilidad cívica

 

1. Como Iglesia expresamos una reflexión sobre los recientes acontecimientos que tuvieron y tienen su centro en Reconquista con la toma de tierras por numerosas familias de vecinos. Con espíritu evangélico y con responsabilidad cívica queremos acompañar y bregar juntos por el bien común de todos. «Dios ha destinado la tierra y cuanto ella contiene para uso de todos los hombres y pueblos. En consecuencia, los bienes creados deben llegar a todos en forma equitativa bajo la égida de la justicia y con la compañía de la caridad » (Vaticano II, GS 69).

 

2. Lo que está pasando en nuestra ciudad pone al desnudo el problema de déficit habitacional y la búsqueda de muchas familias, que aspiran a una vivienda digna, a un techo propio. Esta situación pone al desnudo también la falta de respuestas de los sucesivos gobiernos locales, para dar solución a una problemática tan sensible para todos, y a su vez tan conocida en todos los niveles del estado (provincial, nacional), que debería destinar recursos y medios adecuados para paliar la situación

 

3. Creemos por esto sumamente necesario implementar juntos caminos de diálogo y espacios de sincera búsqueda de solución en forma progresiva y participada, atendiendo a los distintos puntos de vista, pero sin perder de vista el bien común.

 

En este mismo camino, sostenemos que el respeto por el derecho de todos y de cada uno nos impide justificar como un medio justo de demanda la usurpación de terrenos, sea del municipio, o de particulares. Sólo habrá justicia, también en este campo, cuando se garanticen los legítimos derechos de todos los vecinos.

 

4. La Iglesia, a través de Caritas, de la Comisión Justicia y Paz, junto con otras Ongs e instituciones como con el Servicio Jurídico Solidario es testigo de la lucha de muchas familias, que sin renunciar a su responsabilidad cívica, procuran obtener un pedazo de tierra, un techo propio para vivir y educar a sus hijos con dignidad.

 

Con este mismo espíritu seguimos acompañando procesos de participación en la gestión, adjudicación, apropiación para el acceso y regularización de tierras y vivienda, tratando que estas experiencias inspiren y generen políticas públicas de inclusión y arraigo.

 

5. Estamos convencidos que para un verdadero cambio social el compromiso debe ser de personas e instituciones, de todos y cada uno desde el lugar en el que nos toca. Lo expresaba muy bien el documento episcopal “Una tierra para todos” (CEA, 2005):

 

“Los auténticos cambios sociales son efectivos y duraderos solo si están fundados sobre un cambio decidido de la conducta personal. A las personas compete el desarrollo de las actitudes morales, fundamentales en toda convivencia verdaderamente humana (la justicia, la honradez, la veracidad, etc.), que de ninguna manera se puede esperar de otros o delegar en las instituciones.

 

A todos, y particularmente a quienes de diversas maneras están investidos de responsabilidad política, jurídica o profesional frente a los demás, [también la Iglesia] corresponde ser conciencia vigilante de la sociedad y primeros testigos de una convivencia civil y digna del hombre” (pp.71-72).

 

Obispado de Reconquista, 20 de julio de 2012.

 

Pastoral Social – Comisión Justicia y Paz- Caritas – Pastoral Aborigen