$22.000.- es el precio más alto que se pagó por un reproductor en el remate anual de la Sociedad Rural de Reconquista, que así clausuró su 78a expo, en la tarde del lunes. Fue un Hereford. En 2011 el récord fue de $28.500.- y en 2010 de $25.000.- «Muy fría y deprimida la plaza porque hay exceso de gordos», opinó un productor de la zona que se fue sin comprar nada, pero explicó que esto pasa «en todas las plazas».

 

Oscar Piedran, el rematador, contó que «fue un remate demasiado laborioso para la calidad muy buena de la hacienda. Por mil pesos dejaban un toro. Pensé que iba a ser un remate más animado, pero la vida te da sorpresas. Lo malo es que cuando una cabaña no vende, no vuelve», pronostícó. Dijo que vio a los compradores «con muy poco interés. A lo mejor por la sequía están más duros, o pretendían comprar mucho más barato de lo que se vendió», calculó. Se vendió el 80% de la hacienda.

 

El cabañero Luis Tanino opinó que «la gente está cuidando mucho el peso» porque fue un año donde lo único que funcionó es el girasol y se redujo la rentabilidad de la ganadería respecto al año pasado por el aumento de los insumos. Y no coincidió con el rematado con la sentencia de que «cabañero que no vende, no vuelve. Es como decir que carnicero que no vende bien el martes no abre el miércoles. No es así, tiene que trabajar». Terminó opinando que comparte plenamente las críticas de la rural al gobierno provincial y lamentó el discurso del ministro de la producción, sugiriendo que pudo ahorrar palabras y tiempo. «Hay que reconocer cuando uno no tiene hacha para cortar leña».

 

Otro cabañero, el cordobés Rubén Macagno, reconoció que «no se cumplieron nuestras expectativas, no vendimos todo ni fueron los precios que esperábamos». Hace 16 años que viene a este remate y sugiere juntarse todos los actores del negocio a analizar por qué no se obtuvieron los precios promedio de la zona.

 

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