El domingo al mediodía, una mujer de 52, que vive en Calchaquí recibió un llamado telefónico a su celular. Ella no reconoció el número pero atendió igual, con algunas dudas, respondió a las preguntas que le hizo su interlocutor, sin percibir que le estaba otorgando datos fundamentales sobre su familia.

 

Tras unos pocos minutos de conversación, escuchó una frase temida: «tenemos secuestrado a tu hijo», le anunció la voz del otro lado del teléfono, al tiempo que lanzó la amenaza común en este tipo de episodios delictivos: «si querés volver a verlo, tenés que hacer exactamente lo que te decimos».

 

Así, ya con un estado de nervios alterados, Adriana Patricia I., de 52 años, accedió al pedido consistente en que «se tomara un colectivo en Calchaquí y que en cada parada baje, compre tarjetas telefónicas y pase los códigos», según explicó ayer al mediodía el jefe de la Unidad Regional XVI, comisario mayor Néstor Ardizana.

 

El titular de la departamental San Justo indicó que «la mujer arribó a la terminal de ómnibus de esa ciudad en un colectivo, descendió y en un puesto comercial compró 500 pesos en tarjetas, eso llamó la atención del personal policial que cumple funciones en el Puesto de Prevención del lugar.

 

«Estaba muy shockeada»

 

Los agentes apostados en el parador se acercaron a la atribulada madre, confirmaron que estaba siendo víctima de un secuestro virtual y dieron aviso a la jefatura. Ardizana dijo que se hizo una tarea de contención porque estaba muy shockeada y «primero no nos creía que su hijo no estaba secuestrado, que era un ardid para estafarla, pero luego se calmó y entendió que era así».

 

Una vez conjurado el hecho, la policía pudo constatar que antes había bajado en Crespo donde había también comprado tarjetas. El monto total de plásticos telefónicos que él o los delincuentes la obligaron a comprar y pasar ascendió a los 3 mil pesos, de acuerdo a datos informados por superior de la policía sanjustina.

 

El jefe regional agregó que el número desde donde se efectuó la llamada quedó grabado en el celular la víctima y que las actuaciones serán remitidas a la Comisaría Segunda de Calchaquí, para que se continúe con la investigación a los fines de poder saber quiénes fueron él o los autores del hecho.

 

«Es bueno destacar la labor de prevención de la policía de San Justo porque así se pudo frenar el ilícito; de lo contrario, quién sabe cuánto dinero más le hubiesen hecho perder a esta mujer», subrayó el comisario mayor Ardizana.

 

Asimismo, antes de finalizar la entrevista pidió a la población estar atenta a este tipo de llamadas y no entregar datos que son requeridos por los malvivientes con excusas de que algún integrante de la familia sufrió un accidente y engaños por el estilo que lo único que buscan es obtener información para luego realizar la estafa.