Se proyecta un régimen de precipitaciones normal o superior al habitual en la región Litoral. La causa es la llegada de un fenómeno de «El Niño» de intensidad moderada.

 

Durante los próximos tres meses, para la región Litoral se pronostica un patrón de lluvias que se ubicaría dentro de los valores normales a superiores a lo normal y al mismo tiempo se prevé que se podría revertir la tendencia descendente que predomina en la actualidad en todos los ríos de la cuenca. Así lo indica el último informe mensual elaborado por el Instituto Nacional del Agua (INA), que al analizar los posibles escenarios hidrológicos en la Cuenca del Plata, durante el período que va de septiembre a noviembre, ratifica la probabilidad de la ocurrencia de un evento de El Niño leve, que implicaría precisamente una temporada más «húmeda» para la región.

 

Concretamente, el trabajo, actualizado al 6 de septiembre, señala que los resultados de los diversos modelos de pronósticos analizados muestran condiciones de El Niño leve a partir de este mes y con continuidad hacia la entrada a la temporada estival. Esto implicaría para el centro y sur del Litoral, Uruguay y sur de Brasil un patrón de lluvias normales a altas, con una importante variabilidad espacial, y para el norte del Litoral y las cuencas de los ríos Paraná y Paraguay en territorios brasileño y paraguayo precipitaciones normales a por encima de la media. Mientras que en las altas cuencas la previsión sería de lluvias normales, considerando que está por iniciarse el período lluvioso en la región.

 

Respecto a la evolución de los ríos, el INA señala que de acuerdo con la perspectiva climática para las altas cuencas y a partir del análisis de su condición actual, se espera que durante el próximo trimestre podría revertirse la tendencia descendente actual que predomina en todos los ríos de la cuenca. También indica que a partir de las perspectivas climáticas actuales, de aquí a noviembre crecerá la probabilidad de eventos significativos en toda la cuenca del río y no descarta repuntes de corto plazo por eventos intensos de corta duración. O sea que, aunque se mantenga la tendencia esperada en la alta cuenca, si se producen fenómenos convectivos con gran caída de agua en puertos intermedios, el río puede tener una variación que se extienda en el espacio pero no en el tiempo.