En Villa Ocampo, productores se esmeran por retirar la hacienda de la zona de islas. Pero la falta de obras de infraestructura vial complica la tarea. Calculan en 180 mil los vacunos existentes en el valle de inundación del Paraná en Gral. Obligado. También se redoblan los esfuerzos por cosechar caña sembrada en terrenos bajos.

 

En la zona de influencia de la ciudad más poblada del extremo septentrional santafesino, productores y entidades trabajan contrarreloj para salvar las joyas de la producción regional del impacto de la crecida del río: la ganadería y la caña de azúcar. Está última, con un año aciago luego de la quiebra de la firma Inaza SA, que gestionaba el Ingenio Arno.

 

Debido al excepcional repunte que experimenta el Paraná, que se hará sentir en toda su magnitud en las próximas horas, los productores ganaderos de la zona de islas, de Villa Ocampo y alrededores, apuran el retiro de sus animales con destino a campos más altos.

 

Desde la Comisión Puerto Ocampo se informó que en el transcurso de una semana, desde que se dio el alerta de la crecida en el río Iguazú y el Alto Paraná, hasta que se inhabilitó el camino por efectos de la inundación, “más de 20.000 cabezas de ganado fueron retiradas de la zona de islas, haciendo uso del terraplén de acceso al puerto y del puente flotante sobre el Paraná Miní”.

 

El fenómeno revela la necesidad de “contar con obras importantes, como puentes y alcantarillas, que garanticen una vía de comunicación permanente y segura con Puerto Ocampo y la zona de islas, altamente productiva y carente de una infraestructura vial acorde”, tal como se viene planteando ante las autoridades gubernamentales desde hace casi una década, lamentaron desde la Comisión Puerto Ocampo.

 

El Dr. Duilio Santana, profesional del Centro Operativo Experimental Tacuarendí, perteneciente al Ministerio de Producción de la provincia, por su parte indicó que “es evidente que todos los animales que se encuentran en la zona de bañados y de islas, lo que corresponde al valle de inundación del Paraná, tienen que salir; desde hace varios días todos los ganaderos están abocados a esa tarea”.

 

Urgencia

 

El profesional reveló que, de acuerdo a datos estadísticos, debe haber alrededor de 180.000 cabezas en el valle de inundación del departamento Gral. Obligado: “Nosotros elevamos toda la información para que el gobierno provincial analice qué acciones va a tomar para ayudar al pequeño productor, que es el que tiene muy pocas posibilidades desde lo económico y desde la logística, para poder trasladar sus animales hacia campos que puedan ofrecer servicio de pastaje”.

 

Pero se mostró preocupado porque “ante la urgencia, en estos primeros días y hasta que se ubiquen los animales en campos de altura y que pudieran tener pastaje, los pequeños productores van a mantener sus animales a la vera de los caminos rurales o en las banquinas de las rutas”.

 

Por supuesto, dijo, que es “distinta es la situación de los grandes productores ganaderos, que pueden trasladarlos a otros campos de su propiedad o pagar un servicio de pastaje”. Y especificó que otro problema que se presenta es que la creciente viene en un período de invierno, cuando nuestros campos no producen pasto, por las características propias de nuestros pastizales naturales; de todas maneras, nos agarra en una situación atenuada, porque es un invierno que hasta el momento viene bastante benigno, ya que no hemos tenido heladas y los pastos se mantienen verdes, pero puede cambiar rotundamente con una helada, ya que hace perder calidad al pastizal.

 

Destacó que cuando se producen situaciones de emergencia como éstas, siempre sucede que para conseguir tierras disponibles para ganadería “hay que trasladar la hacienda a más de 150 kilómetros de nuestra zona, aunque podría haber campos disponibles más cerca, el problema puede ser el costo del pastaje, que es un tema que preocupa a todos ya que ante una situación de emergencia se presentan muchos abusos, como así también en la comercialización de animales”.

 

La Cooperadora del COET maneja unos campos en altura, pero no para mucha receptividad, “podremos contar con un lote de alrededor de 15 hectáreas, donde se puede concentrar mucha cantidad de animales pero hay que atenderlos con la comida”, estimó Santana.

 

CAÑA CON AGUA

 

Otra situación que preocupa es la de los agricultores que tienen caña sembrada en campos inundables. Según un informe del COET serían unas 500 hectáreas las que se verían afectadas en los próximos días, por lo que se torna prioritaria su cosecha antes que el agua lo impida.

 

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