Desde hace un tiempo, el gobierno nacional viene entregando trafic a las municipalidades y comunas para cubrir las necesidades de las personas con discapacidad.

 

Una decisión plausible, si esos vehículos fueran utilizados exclusivamente para el fin que fueron asignados, pero no es así.

 

Se sabe que, por ejemplo, alguna comuna norteña utiliza la combi oficial como si fuera un servicio de línea con destinos alternativos a Vera o Reconquista, con horario de salida momentos previos al paso del colectivo que tiene la concesión, con muchos años de cumplir un servicio de alto contenido social, con las peripecias propias de las rutas en mal estado y las contingencias de un viaje que muchas veces fue accidentado por las lluvias y los caminos de piso natural.

 

Los propietarios de la Empresa Cuña Boscosa, -un emprendimiento familiar que nació hace 45 años- afectada por esta curiosa competencia, aclaran que “las personas con discapacidad tiene pasaje libre estipulado por una ley que siempre respetamos”, por otra parte “nuestra empresa está obligada a contar con unidades acordes y conductores con previo examen sicofísico”.

 

Entonces, como se entiende que estos vehículos trasladen gente sin ningún tipo de control, porque amparándose en el “uso oficial”, a menudo llevan una cantidad de viajeros que superan su capacidad, “les cobran pasaje pero dejan que las personas diferentes sean transportadas por nuestra empresa sin cargo”, señalan.

 

Existen antecedentes de lo que sucede cuando estos vehículos son utilizados fuera de su función específica, la ruta 11 tiene más de uno en su haber con consecuencias que todo el mundo recuerda.

 

Esta es una irregularidad que todas las autoridades -políticas y administrativas- conocen pero nadie toma medidas; o será que deberemos resignarnos a vivir con la triste sensación de que la picardía seguirá triunfando…hasta la próxima tragedia.

 

Manuel Mudry- Infovera