Aún vibran los corazones fogosos en los bunker de los contenientes. Alegría inmensa en el team Unión Pro Federal que está a un paso de obtener el trofeo mayor: la Gobernación provincial.

 

Y tremenda desazón en el campamento socialista (no radical) del FPCyS por la magra performance de sus competidores, comenzando por el challenger Miguel Lifschitz que, si bien porcentualmente como Frente quedó (en el escrutinio provisorio) a un punto del líder Del Sel (32,2% a 31,82%); en el mano a mano la distancia se estira a casi 10 puntos.

 

En el otrora inexpugnable bastión rosarino, el socialismo después de 24 años de supremacía podría retener la intendencia el 14 de junio merced a los 56.300 votos aportados por Pablo Javkyn de la CC-Ari (asociado a Mario Barletta) a la flácida actuación de su intendente Mónica Fein que tan solo obtuvo 81 mil votos. Javkyn impidió que la joven concejala del Pro Ana Martínez se llevara el premio mayor con sus preciados 105 mil sufragios.

 

Tampoco le fue bien a Miguel Lifschitz en su Rosario natal que gobernó como intendente durante dos períodos consecutivos, y de donde salió en el 2011 electo como senador con 350 mil votos. Este domingo apenas le ganó a Del Sel 115 mil a 111 mil. Allí también, en este caso el propio Mario Barletta con sus 29 mil votos, coadyuvó para que la elección no fuese un desastre total.

 

He ahí el primer gran traspié del rosarino candidato a Gobernador. Alguna vez su ahora ex-compañero de ruta socialista Héctor Tigre Cavallero nos supo confesar que en las polémicas elecciones del año 1995 él había perdido la gobernación a manos de Jorge Obeid “porque Obeid sacó en Santa Fe los votos que tenía que obtener, y yo no logre en Rosario los votos que debía haber sacado”.

 

A Lifschitz el domingo le pasó exactamente lo mismo. En aquel entonces Reutemann que era el Gobernador apoyaba a Obeid, quien tenía el interior asegurado. La historia se repitió. En la noche del domingo el Lole estaba en Rosario levantándole la mano a Del Sel.

 

Pero las tribulaciones para el equipo gobernante no terminan allí: si bien el actual Gobernador Antonio Bonfatti lideró con más de 445 votos la lista de diputados que logró imponerse (e imponer los 28 diputados si la elección se repite el 14 de junio) con 640 mil votos, al igual que Lifschitz, en el mano a mano también perdió contra Miguel Del Sel: 481 mil a 445 mil.

 

Mario Barletta con su raquítico 9,36% (139 mil votos) dentro del FPCyS evitó que la derrota fuera decisiva. Comparativamente Barletta hizo una excelente elección, teniendo en cuenta que las primarias del 2011 había superado los 200 mil votos con el radicalismo de su lado. En este turno electoral, el 90% de los radicales jugaron con Miguel Lifszhitz.

 

El rafaelino Omar Perotti, con poco más de un mes de campaña intensa logró terciar en la grilla rumbo al 14 de junio con el 21,88% (327 mil votos). Casi el mismo porcentual que en las generales del 2011 para Gobernador obtuviera Agustín Rossi y dos años más tarde para diputado provincial Jorge Obeid. Lo que se dice el “voto cautivo”.

 

Las especulaciones

 

Comienza ahora el psicodélico juego de las proyecciones para el 14 de junio. Se unen aquí las matemáticas con los cálculos casi astrológicos.

 

Dentro del FPCyS se preguntan cuánto de esos 139 mil votos de Mario Barletta quedarán en la coalición gobernante. Y hacia donde iría la supuesta sangría. “nadie es dueño de los votos”, suelen pontificar los políticos, y lo describimos nosotros el domingo en estas páginas. Pero de las actitudes y dichos, en este caso de Barletta, dependerá el éxodo o no.

 

De paso, un gran debate se abre en el seno del FPCyS. Sus victoriosos senadores ganaron las primarias (y sobre los candidatos de las restantes fuerzas) en cada Departamento por altísimos porcentajes. Miguel Lifschitz quedó muy lejos. ¿Qué paso?, se preguntan en la Casa Gris.

 

¿Aumentará el caudal de Omar Perotti el 14 de junio?. ¿O el bendito “voto útil” (del cual también nos ocupamos en esta columna) en lugar de beneficiarlo le acarreará dolores de cabeza?.

 

“El voto hacía mi representa el cambio”, dijo Perotti, quien – suponemos que vanamente – quiere debatir con el otro seductor del “voto cambio”: Miguel del Sel. ¿Hacia qué occidente se dirigirá el candidato del peronismo para ampliar su margen?. Los votos que están, están. Del Sel y Lifschitz tienen los suyos. Y difícilmente decaigan.

 

Le quedaría a Perotti conquistar parte de los 115 mil votos peronistas (e independientes) del Frente Renovador de la Esperanza, que tiene como candidato a Gobernador a Oscar “cachi” Martínez con 63 mil votos contra 51 mil de Eduardo Buzzi. Y los que vayan a votar el 14 de junio, porque el porcentaje de asistentes a las urnas esta vez estuvo por debajo del promedio histórico del 70-75%.

 

Naturalmente que Sergio Massa influirá en la campaña de Oscar Martínez para evitar que una derrota catastrófica en Santa Fe lo arrastre en su hazaña nacional de Agosto. Para ello junto a “Cachi” Martínez enfocarán los cañones hacia Miguel del Sel y Omar Perotti. ¿Vendrá otra vez Daniel Scioli a respaldar al candidato peronista?.

 

Todos se apropiarán del discurso del “cambio”; incluido Mauricio Macri quien ya bajó el domingo a Santa Fe para darle un respaldo contundente a su crédito ganador Del Sel.

 

Le quedará a Lifschitz, Bonfatti y Binner lidiar con la “continuidad” del actual proyecto gobernante, que por lo visto deberá ser retocado de aquí al 14 de junio. Y no solo discursivamente.

 

¿Por qué gano del Sel?

 

Con su olfato intacto, Carlos Reutemann le marcó el camino a Del Sel mientras lo bendecía triunfante: “la gente quiere más seguridad; ahora (Del Sel) tendrá que explicar cómo se la dará”, sentenció.

 

Evidentemente el Frente gobernante no le encontró la vuelta a este acuciante problema. Junto al narcotráfico. Y lo pagó caro.

 

Entre otras cosas, a Obeid le había pasado lo mismo en el año 2007. Con lo cual estamos ante la ecuación perfecta para Del Sel: ni el peronismo ni el socialismo supieron como atacar la inseguridad en esta última década. ¿cómo lo hará él?. (continuará)