Ni bien se conocieron las tendencias (confirmadas después por el escrutinio definitivo) de las elecciones del pasado 19 de abril, los equipos de campaña de los  candidatos con probabilidades ciertas de llegar al podio el 14 de junio, sacaron las calculadoras y desempolvaron los manuales de casuística tratando de aplicarlos a la política para ensayar esotéricos cálculos de probabilidades y alquímicas combinaciones para ver de qué manera se llega a alcanzar los 650 mil votos que consagrarán al sucesor de Antonio Bonfatti.

 

Para escalar esa cima de 650 mil votos que depositarán al afortunado en el Sillón del Brigadier, comenzaron las ecuaciones algebraicas.

 

De tal manera, objetivamente el triunfante Miguel Torres del Sel se encuentra a tan solo 114 mil votos de obtener el poder; mientras que nominalmente a sus inmediatos perseguidores Miguel Lifschitz y Omar Perotti los separan de la casa Gris 274 mil y 285 mil voluntades respectivamente. Mucho más atrás quedó Oscar Martínez, quien debería remontar 578 mil votos para alcanzar el premio mayor. A esta altura, a “Cachi” solo le queda convencer a Sergio Massa que es el mejor candidato para encabezar la lista de diputados nacionales por Santa Fe cuando cierren los plazos el 20 de junio; beneficio que debería agradecerle (igual que Buzzi, quien aspirará al mismo premio por el solo hecho de haber competido) a Antonio Bonfatti por haber adelantado el calendario.

 

En función de aquellos logaritmos, comienzan otras operaciones matemáticamente cuanto menos esperanzadoras; es así como dentro del FPCyS calculan que la suma de los votos obtenidos por Miguel Lifschitz (376 mil) mas el 80 % sedimentario de Mario Barletta (unos 130 mil) dejaría al Frente a tan solo 30 mil votos de Del Sel. Pero ese 80% que podría ser mayor, o menor, es virtual. Hay que corporizarlo.

 

Federico Angelini, diputado provincial del Pro y lugarteniente del eje Pro Buenos Aires – Rosario es muy prudente a la hora de avizorar el futuro (opina parecido a Reutemann) y señala que, lejos de dormirse en los laureles, hay que continuar con la estrategia que dio muy buen resultado hasta ahora: “una campaña con Miguel de cara a la gente, sin entrar en la vorágine mediática de Santa Fe y Rosario”.

 

En cambio Federico Reutemann, quien va por su quinta reelección, ahora de la mano del Pro, derrocha optimisto: “ya está, asegura, la ola del cambio se viene y es imparable”; y remata, exitista: “el 14 de junio tienen que levantarse 300 mil personas pensado que lo van a hacer gobernador a Lifschitz; eso es imposible”.

 

En el peronismo también sacan cuentas. Con lo que tienen no alcanza y están a tiro del “voto útil” (en contra). Omar Perotti sin dudas impacta con su sólido discurso pero, igual que el candidato del oficialismo, tiene que conseguir de aquí al 14 de junio que la mayor parte de la ciudadanía votante lo conozca. Perotti asegura que aún tiene un 30% de desconocimiento.

 

Tal como señalamos la semana pasada, Perotti hasta aquí fidelizó el “voto duro” del peronismo que acompañó a Rossi y a Obeid en el 2011 y 2013. Ahora tiene que ir por el resto del peronismo y, fundamentalmente el tercio independiente (tomando como base el teorema de los tres tercios del politólogo Rosendo Fraga: “un tercio te vota siempre, otro tercio no te vota jamás y el tercer tercio decide la elección”). Para ello apela, además de las propuestas de gobierno, a perforar la cubierta del Titanic Del Sel acentuando sus debilidades: “cuando uno levanta en demasía a sus equipos técnicos es porque oculta algo”; no se eligen equipos técnicos (base de la campaña de Del Sel) sino un gobernante que sepa cómo dirigirlos y que muestre como lo hará”.

 

El presidente del bloque de senadores radicales Felipe Michlig confía en el trabajo territorial de los senadores, diputados, pero básicamente de cada presidente comunal e intendente radical; “si hacemos las cosas bien en el interior y Santa Fe capital donde gobernamos, y el socialismo recupera Rosario, no podemos perder”, se entusiasma y tira un slogan: “hay que escuchar y corregir para mejorar y seguir avanzando”.

 

En ésa línea de acción, el Ministro Galassi reunió en San Justo junto al senador Rodrigo Borla a la tropa radical departamental. Mientras tanto, Hermes Binner, el otro puntal del socialismo, comenzó a caminar los barrios de Rosario junto a la intendente Mónica Fein para revertir la desastrosa elección que el socialismo hizo en su principal bastión, donde por primera vez en la historia perdieron todas las seccionales, sea a mano de la joven candidata del Pro Ana Martínez o del aliado arista Pablo Javckyn, quien se comprometió a trabajar junto al socialismo pidiendo “señales” y “apertura”.

 

Precisamente esta semana el generalato del FPCyS logró la foto de campaña con todos sus integrantes. Hasta un incómodo Mario Barletta sonrió para la ocasión. El intendente de Santa Fe José Corral, junto al actual senador por La Capital Hugo Marcucci, hoy “interlocutores válidos” con el socialismo, convocó fervientemente a trabajar para el triunfo porque “somos el Partido del  gobierno”. Igual que su correligionario Felipe Michlig y la socialista Mónica Fein en Rosario, Corral pidió “escuchar a la gente”.

 

Por lo visto al Frente gobernante le hacía falta un buen otorrinolaringólogo.

 

El diputado rosarino Julián Galdeano, uno de los líderes del M.A.R hizo notar que la presencia de todos los signatarios del FPCyS en el acto “fue para los que decían y especulaban con divisiones en el Frente; no entienden lo que es una construcción de más de 20 años”. Galdeano – en clara señal hacia quienes otean el horizonte nacional junto a Macri-  aseguró que “el radicalismo ya pulió sus diferencias, y unificó incluso su representación ante la mesa del Frente con todos los sectores adentro”.

 

El encuestador venadense Mauricio Soto sostiene que el resultado de la elección el 14 de junio estará sujeto a quien mueva el amperímetro “un par de puntos” en Rosario; sin descartar la ciudad capital donde el radicalismo tiene una doble parada: retener la intendencia y sumar para el Frente provincial. Y donde esta vez Del Sel hizo una buena elección.

 

La disputa nacional en Santa Fe

 

Carina Rabolini, esposa del candidato a Presidente Daniel Scioli bajó a Rosario para terminar de bendecir a Omar Perotti, de quien dijo que es “un candidatazo”; mientras que el líder del kirchnerismo santafesino Agustín Rossi, también precandidato a Presidente, en Rosario presentó su plataforma de gobierno.

 

Sergio Massa por ahora intenta recuperar la centralidad desde Buenos Aires donde su indómita tropa busca otros campos donde pastar electoralmente. En Santa Fe Oscar “Cachi” Martínez redobla las pegatinas junto al candidato del Frente Renovador.

 

Baja De la Sota

 

Pero ahora apareció en escena dispuesto a jugar fuerte José Manuel de la Sota, quien tal como adelantábamos hace una semana, no saldrá a la cancha a disputar un partido de exhibición con Massa. Quiere ganarle y ser el referente presidencial de UNA (Unidos por una Nueva Generación) y para ello tendrá que perforarle la Provincia a Sergio Massa, donde comenzará a trepanar junto a Pablo Bruera, intendente de La Plata y el mediático Martín Insaurralde. No pocos se preguntan si no podría ser la “remake” Menem – Cafiero.

 

El “gallego” gobernador cordobés comenzó a bajar en Santa Fe a través de referentes rosarinos, y su operador y amigo santafesino Roberto Bartomioli. El viernes 22 De la Sota estará en San Justo y Rafaela.

 

Tal como anticipábamos hace una semana, el territorio santafesino, segundo distrito electoral nacional, también será campo de batalla de la épica disputa nacional, que comenzará una semana después de las elecciones generales provinciales. Las escaramuzas ya empezaron (la Presidente Cristina hizo sonar el clarín de guerra el jueves en el Chaco) e involucrarán a generales santafesinos embarcados en sus propias refriegas internas, que verán cómo pueden sacar provecho de “la madre de las batallas”. La que se disputará en Agosto para suceder a Cristina.