En la mañana de este miércoles debía sustanciarse la audiencia imputativa contra los defensores oficiales Fabiana Pierini y José Luis Estevez en Vera, pero una denuncia previa de los funcionarios del Servicio Público de la Defensa logró apartar a los fiscales de la causa que investiga responsabilidades en el sonado caso de la alcaidía verense, el día que la menor abusada G. D. fue obligada a verse con su padre.

 

Las actuaciones estaban previstas para las 8 y 8:30 del miercoles, pero no llegaron a concretarse toda vez que Pierini y Estevez interpusieron formal denuncia penal contra los fiscales Gerosa, Benegas y Gauna Chapero, incluyendo al fiscal regional Eladio García, por idénticos cargos que se les pretendía endilgar: prevaricato, abuso de autoridad, abandono de persona, incumplimiento de los deberes de funcionario público, violación de la intimidad y reserva, hostigamiento, entre otros.

 

La presentación judicial de los defensores contra los fiscales fue enviada al fiscal general de la provincia, Julio de Olazábal, a la Corte Suprema provincial, con copia al propio Servicio de la Defensa, con el pedido de apartamiento de los fiscales, cosa que sobre el filo del plazo previsto para la audiencia de hoy, finalmente sucedió. También será remitida a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

 

La justicia apartó a los fiscales Gerosa, Benegas y Gauna Chapero y se reprogramó sin plazo la imputativa de los dos defensores hasta que se designe un nuevo fiscal que se haga cargo de esta investigación.

 

El apartamiento de los fiscales mencionados es, en principio, solo en la causa de la alcaidía, por lo que seguirán actuando en los dos hechos de violación por los que está preso Manuel Díaz.

 

Además de un nuevo bochorno para el poder judicial santafesino, a esta altura vale decir que el Caso Díaz, con todos sus ribetes perversos ya pasó a ser una suerte de enfrentamiento político entre el Ministerio Público de la Acusación y el Servicio Público Provincial de la Defensa, en el que las partes buscan comerle un peón al rival, como sea.