El CIC Reconquista, emitió un comunicado donde expresa su disconformidad por la medida del gobierno santafesino de aumentar el impuesto de los Ingresos Brutos, aquí la nota:

 

 

Ante los recientes hechos acaecidos sobre la decisión del Gobierno de la Provincia de aumentar alícuotas del Impuesto a los Ingresos brutos – cual cuenta con media sanción en la HCS –  nos vemos en la necesidad de expresar a través de la institución nuestro total y absoluto rechazo.

 

La nueva disposición implica una flagrante discriminación, por tanto originara efectos altamente negativos para la inversión que tanto se necesita y, por consiguiente, impactará negativamente en el nivel de actividad y la creación de trabajo en nuestra provincia.

 

El objetivo declarado, sobre el cuál se sustenta el aumento de las alícuotas de referencia, proclamado como “que paguen más los que más tienen” no es solamente discriminatorio, sino engañoso y preocupante.

 

Es discriminatorio porque pretende continuar con la voracidad de un estado ineficiente, que se vale de su poder  imponiendo gravámenes para cubrir su propia ineficiencia. Al disponer nuevas y más altos impuestos a quienes más facturan, lo que en realidad se está haciendo es volver a gravar en forma diferencial a todas las actividades que mantienen en regla sus obligaciones, trabajando totalmente en blanco y dentro de la formalidad exigida por la ley. Mientras tanto, otras actividades que trabajan en las sombras, sin realizar total o parcialmente sus aportes impositivos o de leyes sociales, se ven nuevamente beneficiadas por estas disposiciones.

 

Extraña justicia impositiva la que se quiere imponer, aumentando la carga sobre los productivos y los que se ajustan a la legalidad, mientras se favorece a los menos productivos y a los que se amparan en la ilegalidad.

 

Es engañosa, ya que resulta totalmente incorrecto suponer que por el solo hecho de tener una facturación mayor, el margen de ganancias es igualmente mayor. Facturación no es igual a beneficio. Muchas de las actividades alcanzadas por las nuevas disposiciones trabajan  ya con márgenes de beneficio muy pequeños, por ello, aumentarles las alícuotas conducirá a estrechar aún más los beneficios o, lo que es peor, las conducirá a trasladar precios al bolsillo del consumidor o en el peor de los casos a reducir puestos de trabajo. No hace falta ser demasiado perspicaz para comprender que ello derivará en menor actividad y, como consecuencia, en menor trabajo para nuestra gente, menor bienestar y, vaya paradoja, menor recaudación impositiva.

 

Es preocupante, porque a todas luces va contra la corriente de los nuevos tiempos que los argentinos estamos intentando inaugurar. El entrante Gobierno Nacional ha expresado la voluntad de reducir cargas impositivas injustas o ineficientes, buscando aumentar la inversión y de esa manera generar trabajo, mecanismo necesario a los efectos de reducir la pobreza. Una preocupación especial se ha focalizado sobre las economías regionales. Sin embargo, el Gobierno Provincial elige el camino contrario. ¿Cómo podrán las economías de nuestra región mejorar su performance si lo primero que el Gobierno Provincial hace es aumentar las alícuotas de impuestos para aquellas actividades que mayor poder multiplicador tienen?

 

Estamos totalmente convencidos que el desarrollo económico y social ocurre cuando se despeja el camino para los más productivos, los que generan más puestos de trabajo, los que cumplen con todas sus obligaciones legales. De esa manera el beneficio del Estado también se ve servido, ya que aumenta sus ingresos vía una ampliación en la base impositiva, único camino para el crecimiento económico sostenible. De ninguna manera podemos seguir permitiendo al estado trasladar recursos del sector productivo para financiar el desmedido gasto público.-

 

Solicitamos humilde pero enfáticamente al Gobierno Provincial haga propio el ejemplo del Gobierno Nacional, absteniéndose de complicar la generación de trabajo para los santafesinos. Es momento de liberar las fuerzas productivas de nuestra región y esto no se logrará eternizando la voracidad fiscal, ni sobre dimensionando el gasto improductivo del Estado enarbolando así la bandera de la ineficiencia.-