Ante el aumento de la temperatura del cuerpo por una exposición prolongada al sol (insolación clásica) o por hacer ejercicios en ambientes calurosos o con poca ventilación) al punto que el cuerpo pierde agua y sales esenciales para su buen funcionamiento.

 

En estas situaciones el cuerpo tiene dificultades para regular su temperatura por los mecanismos habituales como la sudoración por lo que se produce un aumento de la temperatura corporal. El golpe de calor puede presentarse en el momento o después de varios días de alta temperatura.

 

¿Cómo prevenirlo?

 

Para evitar un golpe de calor en zonas y/o épocas de lastas temperaturas, es importante:

 

– Evitar bebidas con cafeína o con azúcar en exceso

 

– Evitar bebidas muy frías o muy calientes

 

– Evitar comidas pesadas

 

 Con los más chicos:

 

– No esperar que pidan agua. Ofrecer continuamente líquidos, especialmente jugos naturales. En el caso de lactantes ofrecer el pecho de manera más frecuente.

 

– Vestirlos con ropa holgada, liviana, de algodón y colores claros o incluso desvestirlos.

 

– Bañarlos y mojarles el cuerpo con frecuencia.

 

– Proponer juegos tranquilos evitando que se agiten.

 

– Evitar que se expongan al sol  especialmente en el horario del mediodía o bien, protegerlos de sus efectos si no se puede evitar la exposición: con el uso de ropa adecuada (sombreros, ropa de manga larga) y protectores solares adecuados.

 

– Mantenerlos  en lugares bien ventilados o bien con aire acondicionado (ya sea en casa o lugares públicos) cuando la temperatura ambiente es muy elevada.

 

– Nunca permanezca con ellos dentro de un vehículo estacionado y cerrado.

 

Para todos:

 

– Evitar bebidas con alcohol ya que aumentan la temperatura corporal y las pérdidas de líquido. No es conveniente tomar cerveza ante la sed y el calor.

 

– Evitar la actividad física intensa.

 

¿Cómo debemos actuar si ocurre?

 

Es importante actuar rápidamente. En primer lugar  se debe intentar baja la temperatura del cuerpo de la persona afectada, con hielo o con un baño en agua helada.

 

Además es importante:

 

– ofrecer agua fresca (o incluso agua con una cucharadita de sal)

 

– trasladar a la persona a un lugar fresco y ventilado

 

– no administrar medicamentos antifebriles

 

– no friccionar la piel con alcohol

 

El golpe de calor puede ser muy grave, en especial para los bebés y niños pequeños. Por eso, ante los primeros síntomas no demore en consultar al médico o acercarse al centro de salud.