De la ciudad de Vera, en el norte provincial, hasta la profundidad de la selva brasileña, Marcelo Barca contó sus experiencias como bombero voluntario en emergencias forestales.

 

Hace dos décadas Marcelo Barca decidió comenzar a participar de los bomberos voluntarios. Notó que en su ciudad, Vera, eran pocos y quiso aportar su granito de arena. Con los años, dejó el norte y se trasladó a la capital provincial donde se incorporó al cuartel de Bomberos de Las Flores. Este año se cumplen cinco años que está en la Brigada Forestal. «Empecé allá de a poco a incorporarme para sumarme y a medida que fueron pasando los años me metí cada vez más, y cuando te das cuenta ya lo tenía como una forma de vida, totalmente incorporado», comienza a relatar Barca a UNO Santa Fe.

 

Es uno de los diez bomberos de la provincia que esta semana viajarán hacia la selva amazónica por los incendios que se están dando en esa región. Desde la zona de emergencia, los especialistas les solicitaron una permanencia de entre diez y quince días. Dependiendo de la situación, podrá haber un recambio de bomberos o se sumará personal.

 

A principios de año, Barca (44) se hizo conocido públicamente por un video viral en el que le cantaban feliz cumpleaños mientras colocaba bolsas de arena en la defensa en la zona de El Nochero, en el norte de la provincia, en medio de inundaciones. Allí se desempeñó además como jefe de Operaciones de Protección Civil de Santa Fe. Asimismo, tiene experiencia en emergencias forestales en distintas provincias y en países vecinos, como los incendios forestales en Chile de 2017. UNO Santa Fe dialogó sobre su larga carrera como bombero voluntario y cómo se prepara para asistir ante una emergencia histórica en Brasil o Bolivia.

 

—¿Cómo es la preparación de un bombero voluntario?

 

—Lo primero es ir estudiando fundamentalmente lo que es terreno, topografía, comportamiento del fuego, la parte física, aeróbica también, que tiene muchísimo que ver porque a la mayoría de los lugares se llega caminando, trepando y con herramientas manuales y pesadas. Lleva una preparación física esto, y de estudio teórico en seguridad. También se tiene que estudiar meteorología más que nada para predecir el comportamiento del fuego.

 

«Después a mí me interesaron los incendios forestales así que me sumé a eso, arrancamos unos cinco o seis en la provincia y hoy somos 150 en el grupo con distintos niveles de preparación. Algunos en lo local, que es pastos y montes bajos, para seguir avanzando en distintas topografías y floras de nuestro país como de países limítrofes. eso nos permitió ir a dar una mano en incendios en Córdoba, en Chile y bueno, ahora si se da esta oportunidad de viajar a Brasil o a Bolivia, donde nos manden, estamos a disposición del comando».

 

—¿Cómo es el recorrido para especializarse?

 

—Primero tenés que ser bombero voluntario, y cuando ya tenés unos años podés incorporarte a especializaciones. Cualquier bombero está invitado a ser parte tanto de esta especialización, como otras que están disponibles en la provincia. Pueden ser sobre materiales peligrosos o las brigadas caninas por ejemplo, así se puede empezar la carrera.

 

Marcelo Barca junto a Bomberos Voluntarios de Gálvez en cursos de capacitación organizados por la Escuela Regional cuarta de Aspirantes a Bomberos y de Sub Oficiales Subalternos.
—¿Qué se debe saber sobre el fuego, por ejemplo, en zonas como las de aquí en la ciudad de Santa Fe?

 

—Hay que tener una conciencia del manejo del fuego, estamos acostumbrados a quemar para limpiar basura, matorrales, pastos o sobras. Y tenemos que empezar a acostumbrarnos que se trata de un manejo del fuego porque estamos en una ciudad en la que tenemos muchos incendios de pastos tanto dentro como en las zonas periféricas que pueden derivar en un incendio de importantes características que es cuando el fuego pasa lo que es bosques y montes a la propiedad privada. Hay que ser conscientes para que el fuego no se vaya a propagar y siempre avisar a los cuarteles de bomberos que se va a realizar esa quema, más que nada para una previsión y poder informar si las características del clima, el viento son propicios para esta quema.

—¿Cómo fue la experiencia de asistir en incendios en terrenos de países limítrofes?

 

—Más que nada se estudia lo que es la logística y el terreno. Por ejemplo en Chile en 2017, fuimos a una zona a la que se accedía únicamente por medio aéreo, con los materiales que podemos llevar. Y después mucho caminar. Eran dos horas y media más o menos de camino por montaña a cuatro mil metros de altura para llegar, e ir otras dos horas y media al helicóptero. Acá en Amazonas vamos a tener que ver si se puede llegar por ruta, tierra o traslado aéreo. Eso lo vamos a saber cuando estemos allá.

 

—¿Cómo es la coordinación del trabajo con bomberos de otros lugares?

 

—Por ahí nos conocemos con algunos muchachos de Córdoba o Buenos Aires de cursos o prácticas. De Santa Fe en esta primera tanda vamos diez, de 150. Los 140 que restan quedan para un posible recambio o sumar más personal.

 

—Además de los recursos humanos, ¿qué llevan para trabajar?

 

—Nuestra brigada siempre se moviliza tanto en lo que es la parte humana, como de herramientas, bombas o todo el material que haga falta. Como así también toda la logística de alimentos u hospedaje para no ocasionar un problema más adonde tenemos que llegar. Tenemos que llevar una selección y ser autosuficientes por lo menos en las primeras 72 horas, así nos movilizamos como brigada.

—En los incendios forestales, ¿qué pasa con el humo?

 

—Para el humo primero que nada, sabemos que no trabajamos dentro, tratamos de atacar siempre el fuego de espaldas al viento para no tener que sufrirlo.

 

—En el caso de la selva amazónica, ¿cómo se procede con los animales de la zona en los momentos donde se intenta apagar el fuego?

 

—La fauna en esos lugares es complicada porque no está acostumbrada al contacto con el hombre, y encima, en este momento está estresada. Y la mayoría de las veces está escapando del fuego así que su comportamiento es totalmente inusual a como debería darse. Somos un obstáculo más y ellos tienen que pasar para poder escapar del fuego. Hay que estar preparado. También pensando en todas las infecciones o enfermedades que pueden transmitir por eso necesitamos una vacunación previa y es por eso también el tiempo que demoramos en salir. Todo lo que es vacuna, documentación lo determina el país anfitrión para ir. A la mayoría ya las tenemos colocadas.

 

—¿Cómo será la disposición del trabajo allí?

 

—Se trabaja con luz de sol, y hay un régimen de trabajo y descanso ordenado ya por el el comando. Ante una emergencia hay un protocolo de emergencia y evacuación. Depende del lugar donde estás puede ser un traslado aéreo urgente o sino vehicular a un nosocomio u hospitales de avanzada especialmente preparados para los traumas que podamos llegar a tener. Hay que prepararse. Uno siempre trabaja para ayudar al otro, para mitigar el dolor, para que sean menores los daños que se ocasionen y hay que ir adaptándose. Además, somos un grupo grande de gente en Santa Fe, que ante cualquier situación puede ocupar nuestro lugar.

 

Fuente: Infovera