En medio de las discusiones por leyes de emergencias económicas tanto a nivel nacional, como provincial, los diputados y senadores de Santa Fe resolvieron congelar sus dietas durante seis meses. Se trata del dinero que reciben en concepto sueldo, pero la decisión no abarca los fondos que se les entrega como subsidios o gastos.

 

En noviembre pasado, la Fundación Libertad dio a conocer un informe en el que reveló que la Legislatura de la provincia de Santa Fe insumía un presupuesto similar al de dos ministerios clave. El Poder Legislativo santafesino contaba con un presupuesto anual de 3.600 millones de pesos, mientras que el Ministerio de Obras Públicas tenía un presupuesto de 3.076 millones de pesos y el de Desarrollo Social 4.006 millones.

 

La decisión de los legisladores santafesinos se adopta en un contexto particular. Tanto es así, que el tema fue centro del debate a nivel nacional hace apenas algunos días, cuando el senador nacional por Córdoba, Carlos Caserio (PJ), dijo en un programa de televisión: “Me parece a mí que hablar del esfuerzo de la clase política es no entender al Estado. La clase política no es la que hace esfuerzo, la clase política dicta normas y gobierna del modo que le parece que es el más adecuado”.

 

El escándalo se desató inmediatamente y el cordobés se vio obligado a pedir disculpas. Y hasta sugirió que todos los senadores nacionales deberían congelar sus sueldos en estos tiempos de emergencia. Como ningún senador peronista avaló la idea, los legisladores de Juntos por el Cambio redoblaron la apuesta y presentaron un proyecto de resolución para “suspender por 180 días” los aumentos en las dietas de la Cámara alta.