Roberto Monje tenía 40 años y vivía en calle Ludueña al 1020, a metros de calle Iriondo.

 

Alrededor de las 8 de la mañana llegó al domicilio la mujer que lo ayuda los sábados con las tareas de limpieza y se encontró con el vidrio de la ventana roto y gotas de sangre, como golpeaba y no la atendía se fue hasta Valy Comercial a preguntar si Roberto estaba ahí y las chicas del comercio le dijeron que también lo estaban llamando porque no se había presentado a trabajar, finalmente fueron nuevamente a la casa y llamaron a la policía.

 

Fue un personal de la policía motorizada quien saltó el tapial trasero y se encontró con la puerta de atrás abierta y con el cuerpo de Roberto en el baño con cortes, ensangrentado.

 

En el lugar trabajó personal de la Comisaría Primera, de la PDI y llegó el fiscal de turno, Alejandro Rodríguez.