Este domingo 28, desde las 20:00 h, se celebró en la Iglesia Catedral Inmaculada Concepción la Misa de cierre del Año Jubilar de la parroquia. La celebración fue presidida por el obispo diocesano, monseñor Ángel José Macín.

 

Durante su homilía, el obispo destacó el valor pastoral y espiritual de este tiempo especial vivido por la Iglesia, tanto a nivel local como universal. En ese marco, expresó: “A nivel diocesano, la alegría de la presentación de las nuevas líneas pastorales que van a orientar nuestro caminar en los próximos años. Sin duda, el primer sentimiento que vivimos es de gratitud. Gratitud a Dios por su obrar en cada uno y en la Iglesia durante este tiempo“.

 

Remarcó los frutos del Año Jubilar: “Algo inmensurable, pero que se percibe por sus efectos, tanto a nivel personal como eclesial. En Roma fueron miles los peregrinos que pudieron percibir la cercanía de la presencia de Dios en sucesivos jubileos”, y subrayó que en la diócesis “podríamos anotar muchas iniciativas que ayudaron a renovar nuestra esperanza”.

 

El obispo agradeció especialmente “la obra de Dios y la colaboración de todos los que se pusieron al servicio de la esperanza en este año”, y señaló que, “Ciertamente, el año jubilar concluye, pero la peregrinación de cada uno y de nuestra Iglesia continúa con el corazón renovado y en paz“.

 

En otro tramo de su mensaje, Macín invitó a vivir “Una peregrinación que quiere ser sinodal, es decir, caminar juntos, orientados por una única esperanza que no defraude”. Allí citó la bula de convocatoria del Papa Francisco, recordando que “todos esperan; en el corazón de toda persona anida la esperanza como deseo y expectativa del bien”.

 

Finalmente, llamó a asumir el compromiso de ser testigos activos de esa esperanza en la vida cotidiana: “Es tiempo de poner al servicio de los demás lo que hemos visto y oído acerca de la esperanza para que se disipe el desaliento, el temor y la duda de los corazones. Cristo es nuestra esperanza. En Él fuimos salvados y nuestra vida está escondida en Cristo, en Dios“.

 

 

Fuente: Via Libre