En ella se dirige a los feligreses aclarando su situación y además contando como vive la diócesis estos momentos, por otra parte pide disculpas por el desconcierto que reina entre los seguidores de la Iglesia Católica.

 

La carta de Monseñor Ángel José Macín textualmente:

A la querida Comunidad Diocesana de Reconquista:

 

Estimo que muchos estarán pasando momentos de desconcierto y perplejidad, por los últimos sucesos, que son de público conocimiento. Lo lamento mucho y pido disculpas a todo el Pueblo de Dios que peregrina en la Diócesis de Reconquista y a las personas de buena voluntad, por el escándalo y el desconcierto que causa toda esta situación por la que estamos atravesando.

 

Por este medio, quiero manifestar algunas cosas que, espero, sirvan para traernos un poco de serenidad a todos:

 

–  Sigo asumiendo el compromiso firme de colaborar con la Justicia Civil, para que se pueda alcanzar la verdad sobre los sucesos investigados y que involucran a un sacerdote y algunos menores de nuestra diócesis. Como Obispo Diocesano esta ha sido la línea general trazada desde el principio, y que ha quedado de manifiesto en diversas circunstancias como, por ejemplo, la permanencia del sacerdote en la diócesis; las respuestas a requerimientos de datos para la investigación; los comunicados de prensa y las homilías llamando a trabajar por la verdad, la justicia y la paz social; la suspensión cautelar del sacerdote implicado; el inicio de la investigación canónica, fechada a principios de enero, realizada “de oficio” y enviada a Roma, a la Congregación para la Doctrina de la Fe, el 23 de Mayo pasado, entre otras.

 

– Estoy dispuesto a seguir acompañando a todas las partes involucradas, de acuerdo a lo expresado oportunamente, en particular a las familias de los menores afectados, quienes sufren especialmente esta situación. Así lo he intentado hacer. En este sentido quisiera aclarar que, la demora para tomar la denuncia a la familia damnificada, quienes decidieron hacerlo hace pocas semanas atrás, no es desatención o negligencia. Obedece a que estoy esperando instrucciones específicas de la Santa Sede para la continuidad del proceso canónico en curso. Por otra parte, no se ha realizado ningún pago al abogado defensor del sacerdote por parte del obispado ni está previsto hacerlo, aun cuando el Protocolo publicado recientemente por la Conferencia Episcopal Argentina, señala que, llegado el caso, el obispado debiera hacerse cargo de este tipo de gastos.

 

– Sigo confiando en la fuerza de la oración, como camino para alcanzar los bienes que anhelamos. Por eso, los invito a todos a acrecentar la misma en nuestras comunidades y nuestro espíritu de penitencia, para que Dios ilumine a quienes tienen que alcanzar la verdad sobre lo sucedido tanto a nivel civil como canónico. También animo a todos a continuar con la labor pastoral cotidiana, sabiendo que el Reino crece con nuestros pequeños compromisos en favor de la verdad, de la justicia, de la misericordia y de la paz.

 

Espero que estas consideraciones favorezcan la continuidad de la investigación, para que pronto se pueda alcanzar la verdad. Por mi parte, el día de mi ordenación episcopal les prometí “dar mi vida” por esta porción del Pueblo de Dios, que me dio todo y a la que quiero entrañablemente. Me mantendré en esta senda, procurando dar lo mejor de mi parte y tratando de actuar de acuerdo a las indicaciones de la Iglesia, hasta el día que el Señor lo disponga de otro modo.

 

Sede Episcopal de Reconquista, 27 de Junio de 2016

 

 

+ Mons. Ángel José Macín

Obispo de Reconquista