Pero el árbitro santafesino Gustavo Zamora se apuró con tres expulsiones en media hora y el festejo quedó trunco.

 

Todo parecía normal, Estudiantes había empezado mejor con un par de llegadas y un tiro libre que todos vimos adentro y salió besando el poste, Huracán trataba de acomodarse y en la primera llegada al área, en esos manoseos que estamos acostumbrados a ver por TV, el árbitro considero que hubo agresión y reacción y les sacó la roja a Hernán Barbona y Fabían Faccioli, de Huracán y Estudiantes, respectivamente.

 

Se intentó volver a la normalidad y Huracán empezó a animarse; a los 33 minutos Juanjo Tizzoni encabezó un ataque, se hizo un auto pase y cuando gana la posición abre los brazos, el juez entiende que hubo codazo y le sacó la roja. Bingo!

 

En resumidas cuenta, todo Huracán protesta, encaran al árbitro, mientras la policía ingresa para protegerlo. Los nervios se trasladan a la tribuna visitante. Se cae parte del alambrado de la esquina S.E. y el árbitro considera que no estaban dadas las garantías y decide suspenderlo a los 34 minutos del primer tiempo.

 

Lamentable, habrá que esperar cómo se resuelve en la Liga la final más larga de la historia en los campeonatos locales, restan 56 minutos, Estudiantes tiene un gol de ventaja y un hombre más.

 

Lo curioso es que los dos equipos, junto con su hinchada, festejaron como si hubieran triunfado, cuando en realidad todos perdimos…

 

Fuente: Letyana Press