El Centro Industrial y Comercial de Reconquista instó a todos los ciudadanos a consumir exclusivamente aquellos bienes y servicios cuyos proveedores respetan las normas legales, tributarias y sanitarias, y advierte que no hacerlo puede acarrearles serios inconvenientes para la salud y también para su economía.

 

Según la entidad “un estudio reciente reveló que más de la mitad de la carne que se consume en Reconquista y sus alrededores proviene de circuitos informales, pese a que nuestra ciudad tiene una industria frigorífica de primer nivel internacional, que emplea a 1.500 personas, cumple las normas más exigentes en materia de procesos y de calidad, exporta sus productos a los mercados más desarrollados, invierte permanentemente para mejorar los distintos eslabones de su cadena productiva, faena animales de acuerdo con las disposiciones legales acerca de peso y paga impuestos, por lo que resulta un pilar del desarrollo regional”.

 

“Para colmo, – sigue diciendo el Centro Industrial y Comercial de Reconquista – ni siquiera es más barata la carne procedente del mercado informal, pues un kilo de asado de novillo de exportación ya cocinado, es decir, incluidos carbón o leña, sal y otros condimentos cuesta lo mismo que un kilo de asado crudo de animales más livianos (por ejemplo, ternero)”.

 

Más adelante agrega “La carne de novillo de sabor y terneza reconocidos en muchas mesas de nuestra ciudad y de los países más exigentes tiene una merma por desgrase y cocción inferior a 40% y es ofrecida por distintos comercios a los que llega sin ningún tipo de subsidio, con la garantía más absoluta de haber respetado todas las normas en el proceso de faena, la cadena de frío y las condiciones sanitarias”.

 

“Mientras tanto, la otra carne proviene de establecimientos irregulares, que generalmente realizan la faena de manera clandestina, no respetan el peso mínimo para sacrificar animales ni las reglas sanitarias y bromatológicas del proceso de faena, ni pueden garantizar la cadena de frío. Y, por otra parte, no generan empleo de calidad” sostiene.

 

“El respeto a los requisitos de peso mínimo para la faena se relaciona directamente con el stock bovino: cuanto más jóvenes sean sacrificados para su consumo, menor será la posibilidad de que los animales puedan cumplir cabalmente el ciclo reproductivo. La consecuencia es que habrá cada vez menos cabezas disponibles y el precio de la carne será cada vez más caro” afirma la institución que nuclear a comercios e industrias.

 

“Paralelamente, la falta de garantías sobre el cumplimiento de las normas sanitarias y bromatológicas en las distintas etapas de la cadena de comercialización implica riesgos obvios para la salud y la vida de los consumidores. Es fundamental en este aspecto el origen de la carne, pues, en materia sanitaria, los métodos de cocción son similares al que utilizamos en nuestros hogares” señala.

 

“Al mismo tiempo – sigue – las condiciones de informalidad que genera esa clase de proveedores tanto en materia tributaria como de empleo causan un daño sostenido a las legítimas aspiraciones de calidad de vida de la comunidad, que de ese modo se ve privada de una recaudación impositiva que pueda volcar a mejorar cuestiones como la salud, la educación y la seguridad, mientras restringen las posibilidades de consumo de sus trabajadores”.

 

“Por todo ello es que este Centro solicita enfáticamente a los consumidores y a las autoridades que hagan todo lo que esté a su alcance para garantizar el cumplimiento de las normas legales, tributarias, bromatológicas, sanitarias y laborales en toda la cadena de comercialización de la carne y los alimentos en general, desde el productor al consumidor” expresa finalmente el Centro Industrial y Comercial del Litoral Norte de Reconquista.

 

Radio Amanecer