Según Jorge Cappato, director general de la Fundación Proteger, hay una «fórmula del desastre», debido a que «el sector productivo está enceguecido por un afán productivista, cortoplacista y egoísta». Y que esto «nunca se ha visto en la historia del campo ni el agro en Argentina».

 

«No es casual que estas inundaciones catastróficas están sucediendo en el corazón de la principal zona sojera del país», le dijo Jorge Cappato, director de la Fundación Proteger, en una entrevista con la agencia Paco Urondo.

 

Así se refirió el especialista a las inundaciones que azotan las provincias de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires, «las tres provincias productoras de soja por excelencia», dijo.

 

Capatto apuntó que «ha desaparecido la imagen del campo argentino de hace treinta o cuarenta años, donde habían cortinas forestales, incluso promocionadas, apoyadas y exigidas por el Estado».

 

Para el máximo referente de Proteger, hay una «fórmula del desastre soja», que enumeró: «Desmonte, monocultivo, falta de planificación, población pobre que se asienta en los lugares que la propiedad inmobiliaria vale menos, que también son las primeras víctimas; el cambio climático».

 

Y denunció que ese desmonte es producto de «un prolijo y masivo desmonte, no solo del monte nativo, sino que además se ha talado prolija y sistemáticamente hasta el borde de los alambrados todo lo que fuera la cubierta forestal».

 

Así, según Capatto las consecuencias para el clima es que «se pierde capacidad absorbente, al no haber más el efecto esponja». El director de Proteger, no dudó en destacar que «el sector productivo está completamente enceguecido por un afán productivista, cortoplacista y egoísta como nunca se ha visto en la historia del campo ni el agro en Argentina».

 

En su conclusión, no fue muy optimista: «La reversión de esto es muy costosa porque implica reforestar con especies nativas y obviamente el Estado deberá exigir la reimplantación de las cortinas forestales, los montes de reparo, porciones de bosques».