Pasan los días, crece el misterio y ahora ya casi no se lo busca. Los investigadores creen tener una pequeña pista vinculada a la familia biológica del adolescente pero aseguran que no es nada contundente por ahora.

 

Han pasado más de 24 días desde el momento en que Alejandro Pizarro volcó con una camioneta Ford Ranger en un camino vecinal del Departamento Vera y luego caminó hasta las Cuatro Bocas y desapareció.

 

«Parece que se lo tragó la tierra», dijo la madre adoptiva Mabel Cainelli hace algunos días y aseguró que «continuamos la búsqueda».

 

Los investigadores aseguran que ya no hay posibilidades de que el joven de 18 años esté en la zona del accidente y claramente alguien lo levantó en la garita de Cuatro Bocas pero no logran dar con esa persona y mucho menos lograr identificar el lugar donde puede estar.

 

La búsqueda, con mucho menor intensidad, continúan en la zona del accidente y en otros sitios donde el chico podría estar pero hasta el momento sin ningún resultado.

 

Pocas cosas son de las que pueden prenderse pero una pista toma fuerza entre los hombres que realizan la pesquiza y estaría vinculada a la familia biológica pero aseguran que «no es nada lo suficientemente fuerte» como para tomarla como el inicio de la resolución de la historia.

 

Lo único real y concreto es que han pasado 23 días y Alejandro no aparece.